domingo, 25 de septiembre de 2016

Un regalo del cielo

Seguimos con la rutina de que se acabaron las vacaciones.
Mis hijas a trabajar ( y gracias a Dios ). Mi marido se ha ido a trabajar, esta vez 25 días, madre mía, demasiado tiempo.
Vuelta al colegio y jornada completa desde el primer día. Horarios, poco tiempo de ocio... En fin, lo que viene siendo  rutina.
Algunas veces pienso que la rutina es buena, siempre y cuando la viva con ilusión. ¡Ehhhh, que no lo consigo siempre! Pero lo intento al menos...
Aunque con Gonzalo, la rutina es muy entretenida, pero mucho.
Tiene unas conversaciones que me dejan patidifusa.
"Espero que cuando la tía se case no se mude a otra casita, porque ella tiene aquí su cuarto y Gabriel puede dormir arriba. Cuando tenga hijos, pueden dormir conmigo en mi cuarto, porque yo los voy a querer como hermanos". "Porque mi familia es la mejor de todas y por eso siempre vamos a estar todos juntos y nadie nos puede separar"



Creo que no puedo transmitiros con palabras lo que este niño significa para mi. De verdad que es un regalo del cielo.




Me quita todos los sinsabores que me puedan llegar, me da toda la alegría del mundo, me inspira una ternura que me derrite por dentro, me da un amor muy,  pero que muy especial.





No imaginé jamás que pudiera tener estos sentimientos por un nieto.
Cada día me sorprendo a mi misma, mejor dicho, Gonzalo hace que me sorprenda. Cada cosa que me cuenta, cada conversación "filosófica" que tenemos, cada anécdota de su día a día, hace que sienta por dentro de mi alma.





Gonzalo es muy especial para mí, y él lo sabe. Yo quiero que lo sepa y se lo digo muchas veces. Estoy segura que lo sabe , no porque yo se lo diga solamente, sino porque lo siente, lo vive así. 
El dia que estés leyendo esto Gonzalo, cariño mío, seguro que te saldrá una sonrisa, y pensarás que es tal cual lo estoy contando en este blog, que como dije en la primera entrada es un regalo para ti.
No es un nieto ni un sobrino al uso. 
Es un sentimiento que traspasa lo establecido. 
Cuando supe que mi hija estaba embarazada no imaginé lo que llegaría a sentir por él.





El día que escribió mi nombre en la pizarra de la cocina me puse muy contenta. Aunque os pueda parecer una tontería, me hizo ilusión.




¡Hasta hice fotos!!!!

Cada día doy gracias a Dios por la valentía de tu MADRE porque estás en nuestras vidas. 







No hay comentarios:

Publicar un comentario